El pasado 15 de septiembre de 2022 fue un día histórico para el ecosistema cripto: vimos la finalización con éxito de “The Merge”: un cambio en la modalidad de emisión y de validación de las transacciones dentro de la base de datos que utiliza Ethereum, lo cual implica un cambio significativo y revolucionario.
En otras palabras, Ethereum está pasando de la Prueba de Trabajo (o PoW), un mecanismo de consenso que consume mucha energía, a la Prueba de Participación (o PoS), que consume menos energía. Mediante los protocolos de consenso de PoW las validaciones en las cadenas de bloques se realizan a través del conocido proceso de minería. Este, explicado en muy pocas palabras, consiste en cientos de miles de computadores compitiendo por resolver un algoritmo matemático a fuerza de iteración, consumiendo enormes cantidades de energía y generando muchas veces la congestión de la red toda vez que el precio y la cantidad de transacciones se incrementa considerablemente.
Ethereum ha cambiado con éxito los algoritmos de seguridad
Así, la Prueba de Trabajo requiere que los “mineros” resuelvan un acertijo computacionalmente difícil para ganar el derecho a validar las transacciones en la red. Los mineros reciben una recompensa en forma de Token Nativo de la red en cuestión en la cual están minando por resolver el acertijo (por ejemplo, Bitcoin o ETH). Por otro lado, Proof of Stake requiere que los validadores “apuesten” una cantidad de tokens por el derecho a validar transacciones. En el caso de Ethereum, será de 32 ETHs. Si empiezan a validar transacciones que otros validadores no hacen, sus ETH bloqueados serán retenidos por la red (los mineros pierden el valor de su “Stake”).
Si bien Bitcoin, la principal criptomoneda, utiliza Pruebo de Trabajo como su protocolo de validación de transacciones, actualmente muchas blockchains ya utilizan la Prueba de Participación. Por ejemplo, Polkadot, Binance Chain, Polygon, entre otras. Sin embargo, lo que hace a “The Merge” algo icónico, es que Ethereum es la segunda red en importancia en todo el mundo cripto. Es una red en funcionamiento que realiza transacciones por valor de miles de millones de dólares al día, y ha cambiado con éxito los algoritmos de seguridad.
Comparemos este hito con la migración de un Core Bancario en una sola institución, y ahora pensemos en la migración de una red entera que almacena cientos de proyectos migrando en vivo y sin dar interrupción a la misma. Es en verdad algo asombroso. De hecho, se llama “The Merge” porque para ello, Ethereum lanzó la Beacon Chain, una blockchain separada en funcionamiento que replicó a Ethereum con el nuevo modelo de seguridad. La Beacon Chain se lanzó en diciembre de 2020, y el hecho de tener dos redes funcionando en paralelo permitió a los desarrolladores disponer de mucho tiempo para hacer pruebas antes de “fusionar” las dos el pasado 16 de septiembre.
Sin embargo, el viaje Ethereum 2.0 no ha terminado. La hoja de ruta de Ethereum todavía tiene un largo camino que recorrer para reducir los costes y mejorar la escalabilidad, seguridad y la privacidad de los usuarios. “The Merge” es solo una instancia más en esta hoja de ruta, como lo fue el lanzamiento de la Beacon Chain en 2020 o el EIP-1559 implementado en agosto 2020, que pasó a quema el ~70% de la tasa de transacción pagada a los mineros.

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Entonces, ¿cuáles son los pasos que siguen en el proceso de transformación de Ethereum? Después de “The Merge”, el “Sharding” o fragmentación de Ethereum se lanzará en 2023, aumentando la capacidad de la cadena de bloques. La fragmentación de Ethereum es el siguiente paso para que la cadena de bloques escale sus operaciones.
La fragmentación de Ethereum es el siguiente paso para que la cadena de bloques escale sus operaciones
El “Sharding” de Ethereum se refiere a un proceso de partición de todo el ecosistema de blockchain en partes compactas llamadas Shards. Los desarrolladores de blockchain a menudo ejecutan shardings para escalar las capacidades de comprensión de su blockchain y proporcionar al sistema la capacidad única de procesar más transacciones. Las piezas o fragmentos divididos funcionan de forma independiente después del Sharding y comprenden su propio conjunto de protocolos (algo así como tener muchas blockchains independientes, pero que a su vez que forman parte de una única propuesta).
La fragmentación de Ethereum también facilitará que los usuarios se conviertan en validadores utilizando herramientas técnicas sencillas, como sus ordenadores portátiles y teléfonos móviles, para participar y ayudar a ejecutar clientes en la red. De esta manera, el Sharding permitirá finalmente que más gente pueda participar o ejecutar proyectos. Esto aumentará la seguridad porque cuanto más descentralizada esté la red, menor será la superficie de ataque.
De esta manera, podemos afirmar que “The Merge” da inicio a una transición hacia una nueva Era en el mundo Cripto, sin embargo, el paso final será realizado en 2023. Con la efectiva reducción en el consumo energético y el incremento en la escalabilidad de las transacciones, Ethereum incrementará sus ventajas comparativas para transformarse en la red principal del ecosistema para el desarrollo de soluciones cripto, no solo en particulares sino también en institucionales.